Observador humanitario de la Liga Árabe en Siria deserta y califica la misión como “una farsa”
Un observador de la Liga Árabe abandonó Siria luego de acusar a las autoridades de cometer crímenes de guerra y de calificar como una "farsa" la misión del organismo enviada a Damasco para verificar el cumplimiento del plan de paz.
"Ellos no han retirado sus tanques de las calles, sólo los han escondido y los volvieron a desplegar después de que nos fuimos", dijo Anwar Malek, mientras aún llevaba uno de los chalecos naranja de los observadores.
"Hay francotiradores disparando a los civiles. La gente está siendo secuestrada. Están torturando a prisioneros y nadie ha sido liberado. Quienes supuestamente fueron liberados son personas escogidas de las calles al azar", afirmó el ex observador argelino.
La renuncia de Malek fue el último revés para una misión ya vapuleada por su ineficiencia y que fue criticada por partidarios del régimen y por los manifestantes.
"La misión fue una farsa y los observadores han sido engañados", señaló Malek. "El régimen orquestó y fabricó buena parte de lo que vimos para evitar que la Liga Árabe tomara acciones en su contra", agregó.
Malek sostuvo que lo que los delegados árabes vieron fue un "desastre humanitario".
"El régimen no está cometiendo un crimen de guerra sino una serie de crímenes en contra de su pueblo", declaró.
La Unión Europea, Estados Unidos y Turquía han impuesto un embargo de armas contra Siria, pero Rusia e Irán siguen suministrando material militar al régimen.